Catecismo de la Iglesia Católica

LECCION #3

CREADOR DE
LO VISIBLE E INVISIBLE

Dios Padre

1.      ¿Qué ha creado Dios?  (CIC-C #59)

La Sagrada Escritura dice: «en el principio creó Dios el cielo y la tierra» (Gn 1, 1).  La Iglesia, en su profesión de fe, proclama que Dios es el Creador de todas las cosas visibles e invisibles: de todos los seres espirituales y materiales, esto es, de los Ángeles y del mundo visible y, en particular, del hombre.

Los Ángeles y los seres humanos estamos en la cima de la creación.

Los Ángeles fueron creados antes que nosotros.  Son espíritus puros que carecen de cuerpo.  Los seres humanos tenemos cuerpo y alma.

Angeles  Angeles

2.      ¿Qué es la caída de los ángeles?  (CIC-C #74)

Con la expresión «la caída de los ángeles» se indica que Satanás y los otros demonios, de los que hablan la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, eran inicialmente ángeles creados buenos por Dios, que se transformaron en malvados porque rechazaron a Dios y a su Reino, mediante una libre e irrevocable elección, dando así origen al infierno. Los demonios intentan asociar al hombre a su rebelión contra Dios.


3.      ¿Qué es el Cielo?

El Cielo es el ambiente o medio de Dios, la morada de los Ángeles y los Santos.  Además, es la meta de la creación.  (CIC #325-327)

Con las palabras “Cielo y tierra” abarcamos toda la realidad de la creación.

Cuando hablamos de Cielo en Teología no nos estamos refiriendo al espacio.  Es una condición o estado en la vida del mundo futuro.

En el Cielo se cumple la Voluntad de Dios sin que haya oposición ni resistencia.  A esto nos referimos cuando en el Padre Nuestro rezamos “Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”.

¿Qué cómo es el Cielo?  Indescriptible.  La cabeza humana no da para poderlo imaginar siquiera.  Por eso San Pablo, que lo vio, sólo puede referir: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por mente humana han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman (1Cor 2, 9).


4.      ¿Qué es el Infierno?

Lo que llamamos “Infierno” en el lenguaje de fe es la condición final de separación total de Dios.

También es muy difícil imaginar el Infierno.  Es una condición terrible e irremediable de total rigidez, desolación y aislamiento de todo lo que pudiera traer ayuda, alivio, gozo y consuelo. 

Jesús, que sabe bien cómo es el Infierno, se refirió a éste en varias oportunidades.  He aquí algunas: “horno ardiente” (Mt. 13, 42); “oscuridad de allá afuera” (Mt.25, 30);  “fuego eterno” (Mt. 25, 41).

¿Por qué existe el Infierno si Dios es tan bueno?
(ver pregunta #30 al final)


5.      ¿Quiénes son,
entonces, los Ángeles y los Demonios?

Los Ángeles son superiores a los seres humanos en cuanto a que no tienen cuerpo.  Por su naturaleza, los Ángeles tenían una dignidad más alta que nosotros.  Fueron creados con mayor conocimiento, poder y santidad que nosotros.  Después de ser creados fueron sometidos a un período de prueba por parte de Dios. 

No todos los Ángeles permanecieron fieles a Dios.  Muchos pecaron de soberbia y fueron lanzados al Infierno para siempre, pero no están confinados al Infierno y pueden vagar por la tierra y tentar a los seres humanos. 

Estos ángeles malos o demonios son nuestros enemigos invisibles.  Nos envidian y por eso tratan de evitar que lleguemos al Cielo: nos tientan para que pequemos, nos alejemos de Dios y caigamos también en el Infierno.

Como vemos, el Demonio y los demonios son ángeles –ángeles malos, es cierto- pero con todos sus poderes angélicos, por lo que son mucho más poderosos que nosotros.   Sin embargo, el poder de Satanás y sus secuaces no es infinito, pues son creaturas de Dios, subordinados a la voluntad y al dominio de Dios.  

La gran cantidad de Ángeles que permanecieron fieles, ahora gozan de felicidad eterna en el Cielo y constantemente ven, aman y adoran a Dios.  Contamos con la ayuda de los Ángeles que sí permanecieron fieles, los cuales son mucho más numerosos que los Demonios.   Dios utiliza a estos Ángeles buenos para ayudarnos y protegernos a nosotros.  (cf CIC # 328-336 y 395).


6.      ¿Cómo se une la Iglesia a los Ángeles para adorar a Dios?

Muy especialmente en la Santa Misa, la Iglesia se une a los Ángeles para adorar al Dios tres veces santo (CIC #335) cuando rezamos el “Santo, Santo, Santo”. 

 
Angeles adorando la Eucaristía
Angeles adorando a Jesús en la Sagrada Eucaristía

¿Recuerdan qué dice el Sacerdote antes de que recemos o cantemos el Santo? 

“Por eso, con los Ángeles y Arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…”


7.      ¿Podemos interactuar con los Ángeles?

Sí podemos.  Podemos pedir a los Ángeles que nos ayuden y que intercedan por nosotros ante Dios.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con algunas corrientes de comunicación con supuestos “ángeles”, que pertenecen al New Age y al esoterismo, y son una forma engañosa de practicar el espiritismo.

Los Católicos sabemos que los Ángeles de Dios no están para responder a los deseos y caprichos de los seres humanos, ni mucho menos están esperando ser contactados a través de prácticas esotéricas.

También sabemos que Satanás y sus demonios sí “se disfrazan de ángeles de luz” (2a. Cor. 11, 14), y que están prestos a proponernos engaños y a complacernos en todo lo que pueda alejarnos de la Voluntad Divina.

Los Ángeles de Dios no están para obedecer a los seres humanos: obedecen solamente las órdenes de su Creador y sólo a El sirven.


8.      ¿Quiénes son los Ángeles de la Guarda?

El Catecismo nos dice que desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de la custodia de los Ángeles y de su intercesión".  Y citando a San Basilio nos recuerda que cada fiel tiene a su lado un Ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida eterna. (CIC #336)

El mismo Jesucristo se refirió a los Ángeles de la Guarda de cada uno cuando dijo: "Tengan cuidado de no despreciar a ninguno de estos pequeños, pues les digo que sus Ángeles, en los Cielos, contemplan sin cesar la cara de Mi Padre que está en los Cielos” (Mt. 18,10).

anageles de la guarda
Angeles de la Guarda

Según San Anselmo, el Ángel de la Guarda es asignado en el momento de la concepción (“cuando el alma se une al cuerpo”).


9.      ¿Qué enseña la Sagrada Escritura sobre la Creación del mundo visible?  (CIC-C #62)

A través del relato de los «seis días» de la Creación, la Sagrada Escritura nos da a conocer que todas las cosas deben su propia existencia a Dios, de quien reciben sus leyes y su lugar en el universo.


10.    ¿Cuál es el lugar del hombre en la Creación?  (CIC-C #63)

El hombre es la cumbre de la Creación visible, pues ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.


11.    ¿Qué significa que el hombre es creado “a imagen de Dios”?

El hombre no es “algo” sino “alguien”.  Así como decimos que Dios es Persona, el hombre también es persona. 

Eso no lo podemos decir de los animales y las plantas porque, a diferencia de las plantas y los animales, el hombre es una persona dotada de espíritu. 

El hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el sentido de que es capaz de conocer y amar libremente a su propio Creador.  Es la única creatura sobre la tierra a la que Dios llama a compartir su vida divina.  El hombre tiene la dignidad de persona: no es solamente algo, sino alguien capaz de conocerse, de darse libremente y de entrar en comunión con Dios y las otras personas.(CIC-C #66) y es llamado por su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar. (CIC #357)


12.    ¿Qué significa, entonces, que fuimos creados “a imagen y semejanza” de Dios?  ¿Hay alguna diferencia entre imagen y semejanza?

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, pues Dios nos ha dotado de inteligencia y libertad (imagen) y, además, nos  dio su Vida, es decir, la Gracia (semejanza).

Los seres humanos estamos compuestos de cuerpo y alma.  Es por el alma principalmente que somos imagen de Dios, porque por nuestra alma, que es entendimiento y voluntad, tenemos la capacidad de razonar y de decidir.  Adicionalmente, nuestra alma es inmortal.  

En nuestra alma nos parecemos a Dios, somos imagen de Dios.

Lo que nos asemeja a Dios, la semejanza, es la vida de la Gracia, es decir, la vida de Dios en nuestra alma.  Esto significa y supone la respuesta que el hombre está llamado a dar a su Creador para mantenerse en alianza con El. 

Y para vivir en alianza con Dios debemos vivir en estado de Gracia, es decir,  buscando la Voluntad de Dios para nuestra vida, especialmente evitando pecar, y arrepintiéndonos y confesando los pecados cuando los cometemos.


13.    Pero algunos no creen que el alma existe y que es inmortal.  ¿Qué les dirías?

…….

Hubo un médico neuro-cirujano que dijo que había operado a muchos pacientes, pero que nunca había visto el alma de ninguno.  Un Sacerdote que oyó el comentario le contestó:  “Has operado tantas veces el cerebro y ¿alguna vez pudiste ver una idea?  Porque sea invisible no quiere decir que las ideas y el alma que las produce no existen.   ¿Y qué piensas de la fuerza de gravedad?  ¿No existe porque no la ves?”  Hay cosas que no se ven, pero podemos ver sus efectos.  


14.    ¿Para qué fin ha creado Dios al hombre?  (CIC-C #67)

Dios ha creado todo para el hombre, pero el hombre ha sido creado para conocer, servir y amar a Dios, y para ser elevado a la vida con Dios en el cielo.  

Nuestro fin no está aquí en esta vida terrena, sino que hemos sido creados para vivir eternamente con Dios en el Cielo.  Y para lograr llegar a esa meta, debemos conocer, servir y amar a Dios en esta vida. 


 15.    ¿Qué es el alma?

El alma es lo que hace que seamos personas.  El alma es el principio de vida del hombre.  El alma hace que el cuerpo material sea un cuerpo humano viviente.

Los hombres somos creaturas corporales y espirituales.  Sin el concepto del alma es imposible explicar lo que es el hombre, pues el hombre no es sólo materia, sino cuerpo y espíritu.


16.    ¿Quién da el alma al hombre?  (CIC-C #70)

El alma espiritual no viene de los progenitores, sino que es creada directamente por Dios, y es inmortal. Al separarse del cuerpo en el momento de la muerte, el alma no perece; se unirá de nuevo al cuerpo en el momento de la resurrección final.

Así como no puede explicarse el alma como generada por la unión del padre y la madre, tampoco puede explicarse el alma como parte de un proceso evolutivo de la materia.


17.    ¿Por qué a veces hablamos de cuerpo, alma y espíritu? 

El Catecismo nos dice: A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así S. Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23).  "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural y que su alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios.  (CIC #367)

En resumen:

  • . El cuerpo es nuestra parte física y mortal.
  • . El alma es nuestro entendimiento dotado de inteligencia y la  voluntad dotada de libertad.
  • . El espíritu es el ámbito de la Gracia, es decir, la Vida de Dios en nuestro ser.


18.    ¿Qué relación ha establecido Dios entre el hombre y la mujer? (CIC-C #71)

El hombre y la mujer han sido creados por Dios con igual dignidad en cuanto personas humanas y, al mismo tiempo, con una recíproca complementariedad en cuanto varón y mujer.  

Dios los ha querido el uno para el otro, para una comunión de personas.

Juntos están también llamados a transmitir la vida humana, formando en el matrimonio «una sola carne» (Gn 2, 24), y a dominar la tierra como «administradores» de Dios. (CIC # 369-373 382)


Pareja, hombre y mujer y su bebé

19.    ¿Dios es hombre o mujer?  (CIC #370) 

Dios no es ni hombre ni mujer.  Dios es espíritu puro, en el cual no hay lugar para la diferencia de sexos.

Pero Dios se ha mostrado paternal: Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes (Lc 6, 36) y también maternal:  Como un hijo a quien consuela su madre, así Yo los consolaré a ustedes. (Is 66, 13)


20.    ¿Y qué pensar de las personas que sienten que son homosexuales?

La Iglesia sostiene que, en el orden de la creación, hombre y mujer están diseñados para necesitarse y complementarse mutuamente, y para que, entrando en una relación mutua, puedan dar vida a los hijos. 

Es por esta razón que la Iglesia no puede aprobar las prácticas homosexuales. 

Sin embargo, debemos respeto y amor a todas las personas, independientemente de su orientación sexual, porque todas las personas son respetadas y amadas por Dios.  (CIC #2358-2359)

Sabemos que resulta una experiencia dolorosa para algunas personas el que no se sientan atraídas eróticamente hacia el otro sexo, porque dejan de disfrutar del fruto de la unión entre el hombre y la mujer de acuerdo a la naturaleza humana y al orden divino de la creación.

Sin embargo, Dios a veces guía a algunas almas hacia El de maneras inusuales, por caminos dolorosos de deficiencias, pérdidas y heridas, que aceptadas como llamados especiales de Dios, pueden ser motivo de santificación heróica.


21.    ¿Cuál era la condición original del hombre según el designio de Dios?  (CIC-C #72)

Al crear al hombre y a la mujer, Dios les había dado una especial participación de la vida divina, en un estado de santidad y justicia

En este proyecto de Dios, el hombre no habría debido sufrir ni morir.

Igualmente reinaba en el hombre una armonía perfecta consigo mismo, con el Creador, entre hombre y mujer, así como entre la primera pareja humana y toda la Creación.

Nuestros primeros progenitores fueron creados en las siguientes condiciones, las cuales se llaman “dones preternaturales”:

  • .        Adán y Eva fueron creados en Gracia Santificante, un don que los hacía agradables a Dios y les daba el derecho al Cielo.
  • .       Tenían una inteligencia muy superior a la nuestra.
  • .        Las pasiones estaban completamente bajo el control de su razón.  No tenían deseos sensuales. No tenían una inclinación  natural al pecado, sino que sus apetitos bajos estaban controlados por sus facultades superiores. 
  • .        No sufrían, ni podían morir.


22.    ¿Qué es el pecado?

En su sentido más profundo, el pecado es la separación del hombre de Dios, de su fuente de Vida.  Es por esto que una de las consecuencias del pecado es la muerte.

Sólo en Jesucristo podemos atisbar la dimensión abismal de lo que es el pecado: El asumió sobre sí el poder mortífero del pecado para que no nos golpeara a nosotros.  Es lo que llamamos la Redención: El por nosotros.

En el centro del pecado está el rechazo a Dios y en la práctica este rechazo se manifiesta como el desprecio a sus Mandamientos y a su Voluntad.


23.    ¿En qué consiste el primer pecado del hombre?  (CIC-C #75)

El hombre, tentado por el diablo, dejó apagarse en su corazón la confianza hacia su Creador y, desobedeciéndole, quiso «ser como Dios» (Gn 3, 5), sin Dios, y no según Dios.

Pecado Original 
Adán y Eva pecaron desobedeciendo a Dios

Así Adán y Eva perdieron inmediatamente, para sí y para todos sus descendientes, la gracia de la santidad y de la justicia originales.


24.    ¿Qué es el pecado original?  (CIC-C #76)

El pecado original, en el que todos los hombres nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia originales.

Es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de nacimiento y no un acto personal.

A causa de la unidad de origen de todos los hombres, el pecado original se transmite a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana, «no por imitación sino por propagación».

Esta transmisión es un misterio que no podemos comprender plenamente.


25.    ¿Qué otras consecuencias provoca el pecado original?  (CIC-C#77)

Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana, aun sin estar totalmente corrompida, se halla herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al poder de la muerte, e inclinada al pecado.  Esta inclinación al mal se llama concupiscencia.


26.    ¿Cómo podemos explicar los efectos del pecado original?

Si Adán y Eva no hubieran pecado, nosotros sus descendientes hubiéramos heredado todos los dones que Dios les había dado. 

Como nosotros recibimos nuestra naturaleza humana de nuestros primeros progenitores, la recibimos tal como la heredamos de ellos: sin la Gracia Santificante, sin el derecho al Cielo y con una inclinación al pecado.

Eso es lo que significa el estado de pecado original, que tiene los siguientes efectos:

  • .       Estamos sujetos al sufrimiento y la muerte, porque ésa es la   naturaleza humana con la cual quedaron Adán y Eva después del pecado.
  •      Cuando nacemos, venimos a esta vida sin la Gracia Santificante y sin el derecho al Cielo.  Dios, sin embargo, no nos abandonó en este estado.  Por eso, Jesucristo, nos dejó el   Sacramento del Bautismo, el cual nos restaura la vida de la Gracia
  • .       Tenemos en nuestra naturaleza una inclinación al pecado. Así es la naturaleza humana que nos dejó el pecado de Adán y    Eva.


27.    ¿Hay alguna persona que haya sido preservada del pecado original?

Solamente la Santísima Virgen María, Madre de Jesús, fue preservada del pecado original desde el primer momento de su concepción.  Este privilegio es lo que llamamos la “Inmaculada Concepción”.


La Inmaculada Concepción

28.    ¿Qué ha hecho Dios después del primer pecado del hombre? CIC-C #78)

Después del primer pecado, el mundo ha sido inundado de pecados, pero Dios no ha abandonado al hombre al poder de la muerte, antes al contrario, le predijo de modo misterioso –en el «Protoevangelio» (Gn 3, 15)– que el mal sería vencido y el hombre levantado de la caída.

Al hacer lo que el Demonio les había propuesto, Adán y Eva cayeron en las redes del Maligno.  Pero Dios no abandonó a nuestros primeros progenitores, sino que les prometió un Redentor, un Salvador, alguien que vendría para rescatar a todos los seres humanos. 

Esa promesa se llama el Proto-evangelio (el primer Evangelio), porque es el anuncio de Jesucristo, el Redentor del mundo.  Está en la Biblia, en el primer libro, después de la caída de Adán y Eva.

Buscar en la Biblia y MEMORIZAR texto y cita del Proto-Evangelio:
Entonces Dios le dijo a la serpiente…: “Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre tu descendencia y la suya.  Ella te aplastará la cabeza, mientras tú sólo arañarás su talón.”  (Gn. 3, 15)


29.    ¿Cuál es el significado del Proto-evangelio?

  • *    ¿Quién es la MujerLa Santísima Virgen María.
  • *  ¿Cuál es la descendencia de la Mujer?  Jesús.  Jesucristo el Redentor del mundo.
  • *  ¿Quién aplastará la cabeza de la serpiente?  Jesucristo.  Por eso hay imágenes de la Virgen aplastando la serpiente, es decir, aplastando al Demonio, porque su Hijo vencerá al Demonio.
  • *  ¿Quién es el talón herido, arañado?  El género humano que quedó herido por el pecado original y al cual el Demonio puede tentar, pero no vencer, porque Jesucristo nos salva del Demonio.  Si amamos a Dios y seguimos su voluntad, el Demonio sólo puede arañarnos, tentarnos, pero no vencernos definitivamente, a menos que nos queramos dejar engañar por el Demonio que nos quiere llevar al Infierno.
  • Veamos… ¿Cuál será la descendencia de la serpiente?  Los seres humanos que siguen al Demonio y que no siguen a Dios.  Aquéllos que quieren vivir en pecado, al lado y del lado del Demonio.  ¿Se recuerdan en la película La Pasión de Mel Gibson al demonio cargando a un bebé feísimo?  El cineasta quiso presentar así la descendencia del demonio: ésta de que habla el Proto-Evangelio.  Y el pecador es muuuucho más feo que ese bebé y el Demonio mucho más feo que ese demonio de la película.  


30.    ¿Por qué existe el Infierno si Dios es tan bueno?

El Infierno es una de las realidades más cuestionadas y atacadas

Esto tal vez se deba a un mecanismo de evasión al castigo justo e inevitable que espera a los que ofendamos a Dios y dejemos de aprovechar la oportunidad y las oportunidades que El mismo nos da de arrepentirnos para perdonarnos, y así poder llegar al Cielo y no al Infierno.

Respecto del Infierno hay errores muy difundidos: unos creen que el Infierno no existe. Otros creen que sí existe, pero que allí no va nadie, aduciendo que Dios es infinitamente bueno. Pero no hay que olvidar que Dios es, al mismo tiempo, infinitamente justo.

La Voluntad de Dios es que todos los hombres lleguen a disfrutar de la Visión Beatífica (visión de Dios).  Dios no predestina a nadie al Infierno.  

Para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios, un enfrentamiento o una rebeldía contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte (cfr. CIC #1037).

Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad.  Y allí habrá o “Vida Eterna” en el Cielo, al que podemos llegar directamente o pasando antes por un tiempo de purificación en el Purgatorio... o habrá “muerte eterna” en el Infierno.

Dios es, infinitamente Bueno, es cierto. Pero Dios es también infinitamente Justo.  Todos los atributos de Dios tienen la misma medida: son infinitos.

Mientras vivimos en la tierra es tiempo de la Misericordia Divina. Dios nos perdona todas nuestras faltas -hasta las más graves- cometidas contra El, si nos arrepentimos, si nos confesamos.  

La voluntad de Dios es que todos los seres humanos nos salvemos. Depende de cada uno, entonces, el aprovechar o desaprovechar todos los medios que Dios pone a nuestra disposición para que alcancemos la salvación eterna.

¿Cuáles son esos medios? Los Sacramentos, principalmente el Bautismo, la Confesión, la Comunión. Tenemos también la oración... y tantas otras gracias que Dios nos ofrece para que nos ayuden a llegar al Cielo.


ORACION

Gracias, Dios mío,
por haberme creado.

Gracias por el Sacramento
del Bautismo

que me da la Gracia Santificante,
tu Vida en mi alma.

Gracias por los Ángeles Buenos
que nos ayudan y nos protegen.

Especialmente gracias
por mi Ángel de la Guarda.

Gracias por toda la creación
que has puesto a nuestra disposición,

que sepamos usarla con prudencia.

Gracias por mi cuerpo, mi alma
y mi espíritu.

Que con mi entendimiento
pueda conocerte mejor.

Que con mi voluntad
pueda amarte mejor.

Que mi espíritu esté siempre
lleno de tu Gracia.

Gracias, Señor,
porque si llego a perder esa Gracia,

Tú me la restauras
con el arrepentimiento
y la Confesión.

Gracias porque nos creaste
hombres y mujeres,

para complementarnos y amarnos,
y para formar una familia
en la que nacerán nuestros hijos.

Gracias porque me has creado
para el Cielo,

para gozar en tu Presencia
durante toda la eternidad.

Eso quiero, Señor, eso espero.
Confío en tu ayuda
para llegar a vivir contigo
para toda la eternidad.

Amén.

Versión resumida de esta lección

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Dios se hace Hombre

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