Cómo ser salvo?

SEÑALES EN EL CAMINO
DE SALVACIÓN

5ª Señal
Amor a Dios = hacer su voluntad


8.  ¿Cómo saber
cuál es la Voluntad de Dios
para mí?

Triángulo de la Voluntad Divina
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Triángulo de la Voluntad de Dios 
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Hacer lo que Dios quiere
y querer lo que Dios hace


1.      CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS:

El cumplimiento de los Mandamientos incluye los 10 Mandamientos de la Ley de Dios y el mandamiento nuevo,que Jesús nos dejó del amor al prójimo de una manera más exigente que lo que se consideraba como amor al prójimo en el Antiguo Testamento.

De ese mandamiento del amor a los demás, Jesús nos dio su ejemplo y su enseñanza.  Cuando nos dijo  ámense los unos a los otros como Yo los he amado (Jn. 13, 34), nos dio una orden y nos dijo hasta dónde debía llegar ese amor, pues El dio su vida por nosotros.

Y, aunque dar la vida por otros es la medida máxima del amor, hay muchas otras exigencias intermedias del amor a los demás que Cristo nos indicó.  El Amor al prójimo es otra de las Señales de Salvación y la trataremos con detalle  cuando veamos la próxima Señal de Salvación.

Lo que nos dice el Señor sobre el trato a los enemigos:

Yo les digo a ustedes que me escuchan:
amen a sus enemigos:
hagan el bien a los que los odian,

bendigan a los que los maldicen,
oren por los que los maltratan.
 
(Lc 6, 27-28)

El cumplimiento de los mandamientos (los 10 y el nuevo) nos coloca dentro de la ley de Dios.

.      Si  fueron  dados  hace  tanto  tiempo, ¿no estarán los 10 Mandamientos pasados de moda?

De ninguna manera.  La Ley de Dios no tiene límite de tiempo.  Es como Dios mismo:  Dios no tiene límite de tiempo.

Los Diez Mandamiento no son para una época o un momento particular.

Tampoco -como piensan algunos- los Mandamientos no son restricciones, ni trabas.

Imaginemos cómo podríamos vivir sin esas normas mínimas.  De hecho, vean lo que sucede cuando el que quiere mata, el que quiere roba.   Y cuando el que quiere mata para robar, porque desea lo que el otro tiene.

Veamos:  ¿a cuántos mandamientos está faltando el que mata para robar?  10º:  Codicia los bienes ajenos.  7º:  No robar.  5º:  No matar.

¿Qué sucede cuando hay mentira?  No se puede confiar en el otro.   ¿Y cuando muchos mienten?   Nadie confía en nadie.  ¿Cómo se puede vivir así?

¿Qué ha sucedido con la llamada libertad sexual? Al faltar contra los mandamientos relacionados con el Matrimonio y el sexo (el 6º y el 9º), ¿qué ha sucedido? 

Matrimonios y familias destruidas.  Enfermedades de trasmisión sexual, por todos lados (las estadísticas son espeluznantes!)  Algunas de estas enfermedades son mortales.  Y la mayoría son dañinas o mortales para el bebé.  

Otra consecuencia nefasta, que clama a los ojos de Dios es el aborto.

Y ¿qué es el aborto?  Es el asesinato del más débil de los débiles, el bebé no nacido, que es asesinado en el sitio donde debiera estar más protegido, que es el vientre de su madre. 

Y las estadísticas asombran:
  Suceden aproximadamente dos abortos en el mundo cada segundo !!!

Entonces, los Mandamientos no nos quitan libertad.  Más bien son ayudas que nos ha dado Dios para el bien personal y también para el bien colectivo, pues son normas mínimas de relaciones humanas, para que podamos vivir en convivencia.

Mientras mejor se cumplen los mandamientos, mejor estamos en lo personal, en lo social, en lo nacional, en lo internacional.

.      Ahora   bien,   sabemos   que   esos   Diez
Mandamientos también están escritos en el corazón de cada uno de los seres humanos, ¿no?

Es lo que se denomina en Teología Ley Natural?

Es La Ley de Dios escrita en el corazón humano.   Y consiste en que, a través del razonamiento,  el hombre puede diferenciar el bien y del mal.

Aparte de la experiencia vital sobre esto, ¿cómo sabemos sobre esta realidad?

Está en la Sagrada Escritura: Jeremías 31, 33.

MEMORIZAR texto y cita:  Jer. 31, 33b
“Pondré mi Ley en su interior,
la escribiré en sus corazones
,

 y Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo”.
(Jer., 31, 33b)

.       ¿Qué creen ustedes que significa esto?
  ¿Cómo funciona la Ley Natural?

Veamos algo:  el que no conoce que Dios nos ha dado Diez Mandamientos ¿sabe que no debe matar?  ¿Por qué Caín, que vivió cuando aún no habían sido dadas las Tablas de la Ley, sabía que había hecho mal matando a Abel?

¿Por qué el niño sabe que decir mentiras es malo, cuando aún nadie le ha hablado de los Diez Mandamientos? O ¿cómo sabe que no debe tomar lo ajeno, que se nota cuando toma el juguete de otro, la mamá le dice que lo devuelva, y el niño sabe que lo debe devolver?

¿Por qué un aborigen aún no evangelizado sabe que no debe llevarse a la mujer de su amigo o de cualquier otro indio?

Porque Dios ha escrito en el corazón de todo ser humano los mismos Mandamientos que escribió en las Tablas de la Ley.

MEMORIZAR
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
de la LEY DE DIOS

1º.  Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º.  No tomarás el nombre de Dios
en vano.
3º.  Santificarás las Fiestas.
4º.  Honrarás a padre y madre.
5º.  No matarás.
6º.  No cometerás actos impuros.
7º.  No robarás. 
8º. No darás falso testimonio ni mentirás.
9º. No consentirás pensamientos
ni deseos impuros.
10º.  No codiciarás los bienes ajenos.

Los Diez Mandamientos, los escritos en las Tablas de la Ley, pueden dividirse en dos grupos.

.        los relacionados con Dios (1, 2 y 3) y
        
.        los relacionados con el prójimo
                 (los otros 7).

Por cierto, así fueron escritos en las dos Tablas de la Ley:  3 en la izquierda y 7 en la derecha.

Y fueron escritos por el mismo Dios:

Yavé dijo a Moisés: «Sube a lo más alto del cerro y detente allí. Yo te daré unas tablas de piedra con la enseñanza y los mandamientos que tengo escritos en ellas, a fin de que los enseñes al pueblo.» (Ex 24, 12)
         Cuando Dios terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, escritas por el dedo de Dios. (Ex 31, 18)

.       ¿Cuál es el más importante de los Mandamientos?   Eso lo preguntó una vez a Jesús un maestro de la ley. 

MEMORIZAR texto y cita:  Mt. 22, 37-39
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma
y con toda tu mente. 

Este es el gran mandamiento, el primero. 
Pero hay otro muy parecido: 
Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

(Mt. 22, 37-39)

.        Pero    el    cumplimiento    de    los
mandamientos   ¿no nos hace esclavos de Dios?

En cierta forma, sí.   San Pablo trata esta esclavitud y la compara con la esclavitud al pecado:

Si se entregan a alguien como esclavos, pasan a ser sus esclavos y obedecen sus órdenes, ¿no es así? Si ese dueño es el pecado, irán a la muerte.  Mientras que obedeciendo a la fe, alcanzarán una vida santa.  Así, pues, demos gracias a Dios, porque antes tenían como dueño al pecado, pero han obedecido de todo corazón a esa doctrina a la cual se han entregado.  Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia. (Rom 6, 16-18)

Entonces, ¿la esclavitud a Dios será buena o mala?

¿Qué dijo la Santísima Virgen en la Anunciación?

He aquí la esclava del Señor (Lc 1, 38). 

Entonces, ¿qué problema hay en ser esclavos de Dios?

 

2.  ACEPTAR LO QUE DIOS PERMITE
PARA NUESTRA VIDA:

Ya este tema ha sido tratado
en la 4ª Señal de Salvación:
Confianza en la Divina Providencia
Aceptación cristiana del sufrimiento

 

3.  HACER LO QUE CREEMOS
NOS PIDE:

Este es el aspecto de la Voluntad de Dios que es más difícil discernir y constatar.

Pero San Ignacio de Loyola nos ha dejado unos criterios que ayudan a discernir en la toma de decisiones, teniendo en cuenta lo que Dios quiere de nosotros.  San Ignacio da luces para discernir lo que Dios nos puede estar pidiendo en algún momento crucial de nuestra vida y también para otras decisiones tal vez menos importantes que debemos tomar día a día.

He aquí estos criterios de discernimiento espiritual que nos da San Ignacio:

.    Convicción  espiritual  fuera  de  toda
duda:
            
A  veces   es  muy   claro  qué  nos  está
pidiendo Dios, porque El mismo nos da una convicción muy clara, sin duda, de lo que debemos hacer.  Y, además, el pensar eso que haremos nos da una gran paz espiritual.

.    Atracción espiritual en consuelo, gozo,
paz:
       
     Lo   que   estamos  por   decidir   nos 
viene con una atracción espiritual especial, que nos da consuelo, paz e inclusive puede estar acompañado de un gozo espiritual especial.

.     Método de las columnas:
              Cuando  la  decisión a  tomar no  se ve
muy clara, ni acompañada de un consuelo espiritual evidente, San Ignacio recomienda recurrir al método de las columnas.

Consiste este método en pedir la iluminación del Espíritu Santo y examinar los pros y los contras de una decisión, pero ¡OJO! no de acuerdo a mis gustos y preferencias, sino de acuerdo a:

1º.   lo que da mayor gloria a Dios

2º.   lo que más conviene para mi
               salvación

Cuando es una sola opción, se responden estas preguntas:
¿Por qué debo hacer esto?
¿Por qué no debo hacer esto?

Si hay varias alternativas:
¿Por qué debo hacer la primera opción?
¿Por qué debo hacer la segunda opción?
¿Por qué debo descartar la primera opción?
¿Por qué debo descartar la segunda opción?

Al usar este recurso, a veces hasta mentalmente u oralmente se ve clara cuál alternativa da mayor gloria a Dios y es más beneficiosa para la salvación.  Pero a veces puede ser necesario verlas escritas.

San Pablo explica cómo enfocar una decisión:
Que sea para la gloria de Dios y
el bien de los demás:

Todo lo que hagan ustedes, sea comer, o beber, o cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.   Por mi parte, yo procuro dar gusto a todos en todo, sin buscar mi propio interés, sino el de los demás, para que se salven. (1 Cor. 10, 31-11,1)

San Pablo nos habla de la obligación que tiene todo cristiano de hacer todo “para la gloria de Dios”;  es decir, pensando antes de actuar si lo que hacemos, cualquier cosa que hagamos, desde comer y beber, es para dar gloria a Dios. 

Asimismo nos recuerda en qué consiste la caridad cristiana:  complacer a los demás (dar gusto a todos en todo) y buscar el interés de  los demás ... y no el propio interés. 

Pero ese “dar gusto” y ese “buscar el interés de los demás” tiene una finalidad muy específica.  No se trata de complacer por complacer cualquier capricho, ni buscar satisfacer el interés egoísta de los demás, sino que queda muy, muy claro cuál es ese interés que debe perseguir quien quiere ser imitador de Cristo, como lo fue San Pablo.  Lo dice muy claramente:  “sin buscar mi propio interés, sino el de los demás, para que se salven”.

Es decir, el servir a los demás, el buscar el interés de los demás, debe tener como finalidad la búsqueda de su mayor bien, que es la salvación eterna.  Esto debe tenerse siempre en cuenta, pues de otra manera, más bien podemos hacer daño a la salvación eterna de los demás, si lo que buscamos es complacer por complacer o por ser apreciados y queridos

En Misa, en el Orad Hermanos
se pide que nuestra entrega
sea para gloria de Dios, bien propio
y de la Iglesia toda.

 

5ª Señal
Amor a Dios = hacer
su Voluntad
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9.  ¿Qué enseñanza
nos da Abraham
sobre el cumplimiento
de la Voluntad de Dios?
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