¿QUE SON LOS SIETE DONES DEL ESPIRITU SANTO?

 

Son principios sobrenaturales que nos capacitan para recibir los auxilios del Espíritu Santo y para percibir sus inspiraciones e impulsos y para actuar de acuerdo a ellos.

Dicho en palabras similares:  los Dones del Espíritu Santo son capacidades que Dios nos concede para que estemos en la mejor disposición para acoger las inspiraciones y los impulsos que El mismo nos da.

Haciendo una comparación con las cosas materiales, Santo Tomás de Aquino usa la siguiente imagen:  la Gracia y los impulsos del Señor pueden representarse por el viento; los Dones del Espíritu Santo como las velas de una embarcación.  Nosotros la nave que avanza con el viento llegando a las velas.

Los Dones del Espíritu Santo se pierden con el pecado mortal, se recuperan –junto con la Gracia Santificante- con el arrepentimiento y la Confesión Sacramental.   Asimismo, aumentan según se vaya creciendo en santidad.  El Sacramento de la Confirmación aumenta estos Siete Dones.


    ¿Cuáles son los Siete Dones del Espíritu Santo?

  1. Temor de Dios
  2. Fortaleza
  3. Piedad
  4. Consejo
  5. Ciencia
  6. Entendimiento
  7. Sabiduría

¿Cuál es el fundamento bíblico de los Dones del Espíritu Santo?

Son enunciados en Isaías 11,2, al referirse proféticamente al Mesías sobre el cual reposará el “Espíritu de Yavé”.


1. ¿Qué es el Don de
Temor de Dios?

El Temor de Dios, don del Espíritu Santo, no es miedo a Dios, un miedo que perturba, sino más bien el sentimiento de respeto ante la inmensa majestad de Dios. Y la majestad de Dios abruma, pero no da temor.

Puede haber un Temor de Dios imperfecto que teme al castigo.  Y éste puede servir para ayudarnos a evitar el pecado.  Pero ese temor debe ir cediendo al Temor filial.  Es el temor del hijo que no desea ofender a Dios, su Padre.

El Temor de Dios es indispensable para la práctica de las virtudes, porque, en su enfoque correcto, el Temor de Dios es el deseo de corresponder al Amor infinito que Dios nos da. Y le correspondemos al ser fieles a Dios y no ofendiéndolo.


2. ¿Qué es el Don
de Fortaleza?

Robustece al alma para hacerla cada vez mas dispuesta y animada a hacer la Voluntad de Dios en todos los aspectos.  Es la fuerza para responder a las inspiraciones del Espíritu Santo.

El Don de Fortaleza nos da empeño, perseverancia, valentía, aguante, paciencia, firmeza ... en el seguimiento al Señor.

Este don es el que nos capacita para soportar los sufrimientos que haya que aceptar en nuestra vida por amar a Dios, sean burlas, críticas, persecuciones y –de ser necesario- el martirio.

El Don de Fortaleza, junto con la virtud del mismo nombre, nos ayudan de manera palpable a soportar el martirio de cada día:  la lucha por defender y vivir de acuerdo a lo que Dios nos pide, la perseverancia ante las tentaciones y las presiones para “no seguir a las mayorías en su error” (ver Ex. 23, 2), el soportar las incomprensiones, la crítica (¡qué fanático estás!), y hasta el aislamiento y la soledad (no encontrarse a gusto con los amigos de antes), etc.


3. ¿Qué es el Don de Piedad?

Distinto a lo que pueda parecer que significa el Don de Piedad, no es el don de oración.  Es el Don que nos capacita para sentirnos hijos de Dios y hermanos de todos.  Así que el término piedad en este don se refiere más bien a la piedad que podamos tener hacia nuestros hermanos.

Se trata entonces de la capacidad de ser misericordiosos, como Dios es Misericordioso.

El don de la piedad extingue en el corazón aquellos focos de tensión y de división como son la amargura, la cólera, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de comprensión, de tolerancia, de perdón, y hasta de ternura.

El cristiano que se deja influir por este don, sabe ponerse en el lugar del hermano, no sólo para tratarlo como quisiera él ser tratado, sino para comprenderlo y tener compasión del hermano en sus dificultades.


4. ¿Qué es el Don de Consejo?

No significa, al menos de manera prioritaria, el dar consejo a los demás, aunque incluye esto también.

Es el Don que hace efectiva la promesa que Jesús hizo a los Apóstoles:  “El Espíritu Santo será Quien les enseñe todas las cosas y les vaya recordando todo lo que Yo les he dicho”(Jn. 14, 26).

Es el don que capacita nuestra alma para oír y entender la voz íntima y silenciosa del Espíritu Santo, la cual nos da a conocer la Voluntad de Dios y cómo seguirla.

El Don de Consejo nos capacita para juzgar qué es más conveniente hacer o dejar de hacer ante circunstancias complejas, en las que hay que considerar muchos aspectos, a veces compatibles entre sí, a veces no.
El Don de Consejo nos capacita para la Obra de Misericordia:  dar buen consejo al que lo necesita, sobre todo para su vida espiritual.


5. ¿Qué es el Don de Ciencia?

Es el Don que nos da una luz especial para dar a las cosas y a las creaturas de este mundo, incluidos nosotros mismos, su justo valor:  el valor que tienen a los ojos de Dios.

Es el don que nos ayuda a estar en el mundo sin ser del mundo (Jn. 15, 19).

Si nos dejamos iluminar por el Don de Ciencia descubrimos la infinita distancia que hay entre el Creador y la creatura, nuestra insuficiencia y  nuestra total dependencia de El.  Es el don que nos lleva a adorar a Dios.


6 . ¿Qué es el Don de Entendimiento?

  Es el don que nos lleva a profundizar en los misterios divinos.  La Virtud Teologal de la Fe nos lleva a aceptarlos, aunque a veces creamos sin ver (Jn. 20, 29b).   Pero el Don de Entendimiento nos hace penetrar el sentido íntimo de las verdades reveladas.

Este don nos hace comprender de tal forma la Sagrada Escritura que convierte la Palabra de Dios, no sólo en una luz para nuestros pasos, sino en un impulso de vida y de acción.

El Don de Entendimiento nos hace reconocer la Iglesia que dejó Cristo fundada, y nos muestra la plenitud de la verdad y de los medios de salvación que tenemos en la Iglesia Católica.


7. ¿Qué es el Don de Sabiduría?

Este don está muy relacionado con el de Entendimiento, pero va mucho más allá, pues es una participación especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que es propio de Dios.

El Don de Sabiduría nos capacita para ver las cosas, las circunstancias, los sucesos, propios y de otros, cercanos y lejanos, como lo ve Dios.

El Don de la Sabiduría nos capacita para tener familiaridad con las cosas de Dios, para sentirnos cómodos en Dios.  Es el don que nos hacer gustar y ver qué bueno es el Señor (Salmo 33, 9)

Nos da un conocimiento de Dios que se impregna en nuestro corazón, y este conocimiento profundo se apodera del alma de tal forma, que la hace saber que Dios tiene primacía ante cualquier gozo terreno.

 

  icono buenanueva

imprimirWord
icono homilia