¿Qué significa que el Reino de Cristo no es de este mundo?

Cuando ya comienza el proceso que lo llevaría a su Pasión y Muerte, Jesús, interrogado por Pilatos, “¿Eres el Rey de los Judíos?”, no lo niega, pero precisa: “Pero mi Reino no es de aquí, no es de este mundo” (Jn. 18, 36).

Y, efectivamente, Jesús no es rey de este mundo. Los reinos de este mundo son temporales por más largos que sean, pues aún los vitalicios terminan algún día y son sustituidos por otros. Los reinos de este mundo son limitados, porque por más que ocupen grandes territorios -y hasta la tierra entera- tienen como límite sus fronteras o las fronteras hasta donde llegue su influencia y su poder. Por más poderosos que se crean los reyes de la tierra, su poder es limitado en el tiempo y en el espacio.

Cristo no vino a establecer un reinado así. Su reinado será diferente a los reinados de la tierra. Su reinado será como es Dios: eterno e infinito, sin límite de tiempo ni de espacio. Su reinado nunca se acabará y su reino nunca será destruído.

Pero ese reinado que será establecido definitivamente y para siempre en la Parusía, en su segunda venida en gloria, ya comenzó. Lo había dicho antes a sus seguidores: “Mi Reino está en medio de vosotros”(Lc.17, 21). Y es así, pues el Reino de Cristo va permeando paulatinamente en medio de aquéllos y dentro de aquéllos que acogen la Buena Nueva, es decir, su mensaje de salvación para todo el que crea que El es el Mesías, el Hijo de Dios, el Rey de Cielos y Tierra.

Y si el Reino de Cristo no es de este mundo ¿de qué mundo es? ¿cuándo se instaurará?

Ya lo había anunciado El mismo en el momento en que fuera juzgado por Caifás: “Verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Dios Poderoso y viniendo sobre las nubes” (Mt. 26, 64).

El Reino de Cristo, aunque ya comienza a estar dentro de cada uno de los que seguimos la Voluntad de Dios, se establecerá definitivamente con el advenimiento del Rey a la tierra, en ese momento que el mismo Jesús anunció durante su juicio: en la parusía (al final de los tiempos) cuando Cristo venga a establecer los cielos nuevos y la tierra nueva, cuando venza definitivamente todo mal y venza al Maligno. Será un Reino en el que habiten la justicia, la paz y el amor. (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica # 671-677)

Esta “Pregunta de la Semana” ha sido tomada del libro "Espero la Vida del mundo futuro", Isabel Vidal de Tenreiro, Ediciones Trípode.

 

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