Resumen Bíblico

EL MILAGRO DE LOS PANES Y LOS PECES

  Jesús y sus Apóstoles tomaron una barca y se internaron en el lago hacia el territorio de Betsaida, a un paraje tran­quilo y solitario para descansar durante un día: andaban siempre tan ocupados que ni tiempo para comer tenían. La gente los  vio partir de mañana y supo a dónde iban y los siguió bordeando el lago.

El día empezaba ya a declinar y los Apóstoles advirtieron a Jesús que despidiera a la gente, para que pudieran comprar algo de comer en las aldeas próximas. Jesús les respondió:

“Dadles vosotros de comer”.

Andrés indicó que allí había un niño que llevaba cinco panes de cebada y dos peces y añadió:

-¿Pero qué es esto para tanta gente?

“Traédmelos acá y que se siente todo el mundo”.

Se acomodaron en grupos. Jesús tomó los panes y los peces, miró al cielo; los bendijo, y los partió.

Luego mandó a sus discípulos que los distribuyeran entre la multitud. Los cinco mil hombres que había, sin contar mujeres y niños, se saciaron de pan y pescado.

Aún se recogieron doce canastos de los pedazos que sobraron.

 

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