¿SON IGUALES TODAS LAS RELIGIONES?
RELIGIONES NO-TEISTAS
Y POLI-TEISTAS

OBJETIVO

  • Ver el origen de otras Religiones poli-teístas y no-teístas.

  • Que actitud tener ante personas de otras Religiones.

  • Ver el balance entre el ecumenismo y la obligación de evangelizar.

PREGUNTAS

  1. ¿Cuáles son las Religiones no-teístas?
  2. ¿Cuáles son las Religiones poli-teístas?
  3. ¿Qué actitud tener ante personas de otras religiones?
  4.  ¿Cómo se diferencia el ecumenismo del diálogo  inter-religioso?
  5.  ¿Quiénes pueden participar en diálogos ecuménicos?
  6.  ¿Qué es y qué no es el Ecumenismo? 
  7. ¿Cuál debe ser el balance entre Ecumenismo y  Evangelización?

ORACION

Señor Jesús, Tú que eres el Salvador del mundo,
Tú que has ganado para cada uno de nosotros
la salvación eterna,
te damos gracias por tu redención.
Que tu Santo Espíritu nos dé a conocer
todo cuanto Tú deseas enseñarnos sobre religiones paganas
que no creen en Tí, Señor, como Quien eres:
Dios y Señor de toda la humanidad.
Danos un sano balance entre la comprensión de los demás
y el apego indubitable a la Verdad que eres Tú mismo. Amén.

1.¿Cuáles son las Religiones no-teístas?

Aunque hay la tendencia a calificar a todas las religiones orientales como poli-teístas, ya hemos visto en el tema anterior que hay alguna forma del Hinduísmo que es mono-teísta. Y veremos en esta pregunta que hay religiones orientales no-teístas, es decir, que no contemplan entre sus creencias, ni a uno, ni a varios dioses o divinidades.

  • BUDISMO:

Muchos han llamado al Budismo una religión “atea”. De hecho, Buda, quien vivía en la India, rechazó todas las divinidades de su entorno hinduísta.

Sidarta Gautama (aprox. 500 años a.C.) fundó el Budismo cuando, según cuenta, cayó en un estado de meditación profunda, llegando al más alto grado de liberación interior, conocido como “nirvana”, y luego pasó 40 años enseñando las verdades que había aprendido.

Buda significa “iluminado” y se refiere a Gautama, el primer Buda, pero puede referirse a cualquiera que llegue a ese estado de “iluminación”.

La fundamentación del Budismo provienen de la idea que Buda tiene del sufrimiento, con la cual diseñó las “cuatro nobles verdades” del Budismo: 1- Todos tienen que sufrir. 2- El sufrimiento es causado por nuestros deseos egoístas. 3- Después de vencer estos deseos se entra en el estado del “nirvana” y cesa todo sufrimiento. 4- Para vencer estos deseos hay que entrar en el camino de las ocho exigencias de la regla del Budismo: el recto entendimiento, la recta intención, el recto lenguaje, la recta acción, la recta manera de vivir, el recto esfuerzo y el recto éxtasis.

El Budismo cree, como otras religiones orientales, en la re-encarnación y la ley del karma (premio o castigo en esta vida o en re-encarnaciones sucesivas, por obras buenas o malas de la persona).

Notemos que, aunque puedan haber destellos de verdades en algunos enfoques, en el Budismo no existe un Dios que es un Ser vivo, que existe realmente, que nos ha creado, que nos ama y que nos sostiene. Tampoco hay un Salvador: cada cual debe salvarse a sí mismo a través de un esfuerzo ascético, el cual resulta tan exigente, que la salvación es sólo posible para unos pocos.

De allí que el Papa Juan Pablo II en su libro Cruzando el umbral de la esperanza nos haya dicho que la soteriología (el sistema de salvación) budista va en sentido contrario al cristianismo. La Budista es una “soteriología negativa” . Y continúa: “El Budismo es en gran medida un sistema ‘ateo”.

En el Budismo la persona no pretende liberarse del mal a través del bien que proviene de Dios, sino solamente mediante el desapego del mundo, el cual considera malo. Y la plenitud del desapego budista no es la unión con Dios, sino el llamado “nirvana”, o sea, un estado de perfecta indiferencia respecto al mundo.

Nos advirtió el Papa Juan Pablo II que a veces se ha tratado de establecer un conexión entre el Budismo y la Mística Cristiana, especialmente de San Juan de la Cruz, tratando de encontrar en las obras del Doctor Místico una confirmación para los métodos ascéticos orientales.

Y esto no es correcto, pues nos dijo el Papa Juan Pablo II que San Juan de la Cruz propone el desprendimiento del mundo, pero no como un fin en sí mismo, sino como una manera del alma unirse a Dios. Esto es muy distinto al “nirvana”, que es simplemente un estado de inconciencia provocado, un vacío en el cual no está Dios. Adicionalmente, nos dijo el Papa Juan Pablo II que la unión con Dios no se realiza solamente por la vía de la purificación (ascetismo), sino principalmente mediante el amor (entrega a Dios).

Nos dijo el Papa Juan Pablo II que, “a pesar de los aspectos convergentes, hay una esencial divergencia: la Mística Cristiana de cualquier tiempo ... no nace de una " iluminación puramente negativa”, la cual hace al hombre creer que el mal está en el apego al mundo.

La verdadera iluminación se da porque Dios se nos revela y hace surgir en el hombre la capacidad de unirse a El, unión que se da a través de una oración verdadera y por medio de la práctica de las virtudes, comenzando por las teologales: fe, esperanza y caridad.

Como vemos, no parece conveniente incorporar en forma alegre y acrítica prácticas provenientes de la religiosidad oriental, el Papa Juan Pablo II más bien nos recomendaba revisar el patrimonio y la experiencia Mistica Cristana donde encontraremos la verdadera forma de orar y la manera de llegar a la unión con Dios.

Budismo y demonios

  • BUDISMO ZEN

Es la rama japonesa del Budismo. Es una escuela de meditación budista introducida a Japón en el siglo 12 por monjes que regresaban de China. Se originó en India, pero en China incorporó elementos del Taoismo.

El Zen enfatiza la experiencia personal de la iluminación, basándose en una vida simple cercana a la naturaleza y en los métodos de meditación, evitando rituales complicados y pensamientos obstruccionistas.

En en Budismo Zen el “nirvana” se llama “samori” y consiste en un estado de felicidad en el que no hay sentido de tiempo y cesa todo pensamiento.

Hay dos corrientes del Zen en Japón: una busca la “iluminación” espontánea, mientras la otra promueve formas de meditación para lograrla.

  • CONFUCIANISMO

El Confucianismo ha sido la influencia moral y quasi religiosa en China por dos milenios.

Su iniciador, Confucio (aprox. 500 años a.C.) estaba más interesado en política y ética que en religión. De hecho, emergió como un gran maestro de moral que trató de reemplazar las antiguas observancias religiosas de China por valores éticos como base del orden político y social.

Confucio ofrecía sacrificios a sus ancestros y sostenía que el culto a los ancestros era la más alta de las virtudes. El culto ancestral luego se extendió para rendir culto al mismo Confucio.

El Confucianismo enseña cinco virtudes como el “tao” o la vía para llegar al cielo: 1- Benevolencia o bondad, resaltando la lealtad y la cortesía en la familia. 2- Reverencia y respeto hacia todos. 3- Deber. 4- Sabiduría, que incluye tanto el conocimiento práctico como el moral. 5- Buena fe, característica de aquél que cumple lo prometido.

  • TAOISMO

Si el Confucianismo insiste en el “tao” de la humanidad, el Taoísmo promueve el “tao” o vía de la naturaleza. Estando en armonía con ésta, se logra la conducta apropiada.

El Taoismo (siglo 3 o 4 a.C.) es una corriente filosófica prevalente en China, promovida por Lao-Tzu, cuya obra maestra “La vía del poder” enseña auto-suficiencia, simplicidad y desapego, y promueve la unidad instintiva con la naturaleza (monismo).

El Taoismo como religión es posterior al Confucianismo y a la filosofía taoista, pues se desarrolló unos 200 años d.C., incorporando adivinación, alquimia, magia y muy especialmente la importancia del yin y el yan, fuerzas opuestas que existen en casi todas las cosas.

Junto con el Budismo y el Confucianismo, es otra de las religiones importantes de la China.

2. ¿Cuáles son las Religiones poli-teístas?

  • HINDUISMO

Más que una religión, el Hinduísmo es un sistema de creencias. Hinduísmo es el término occidental para designar la tradición religiosa desarrollada en la India durante varios miles de años y entretejida con la historia y el sistema social hindú.

El Hinduísmo no tiene un fundador específico. No tiene profetas, ni credos, ni una organización.

En vez de resaltar un conjunto de doctrinas, el Hinduísmo enfatiza una correcta forma de vida, por lo que incluye diversas creencias y prácticas religiosas. De allí que haya una gran variedad, según cada región, en cuanto a las divinidades, las escrituras y los festivales.

Los Hinduístas pueden ser teístas o no-teístas, creer en una o en muchas divinidades, o no creer en ninguna.

Una cosa que sí es común a la gran mayoría de las expresiones del Hinduísmo es la creencia en la re-encarnación, la ley del karma (las obras buenas y malas de la persona que determinan su destino futuro en una próxima vida en la tierra) y el “samsara” o ciclo indefinido de nuevas re-encarnaciones, del cual todo hindú desea liberarse.

En el Hinduísmo, de acuerdo a los “Vedas” (escritura hinduísta que contiene himnos y oraciones) hay 33 divinidades principales, aunque los hinduístas rinden culto a muchísimas más. Hay 3 divinidades mayores, que forman una triada (“Trimurti”). “Brahman” es el eterno “Trimurti”, el dios tres-en-uno. Uno es el creador, otro es el preservador y el tercero es el destructor.

El Hinduísmo es una religión panteísta: cree que todo lo que existe es parte de Dios. De allí que crean que todo lo que vive es sagrado. Piensan que la vaca es el animal más sagrado, pues da mucho a cambio de sólo comer pasto.

Para los hinduístas la salvación consiste en liberarse del ciclo indefinido de re-encarnaciones y esto puede lograrse de tres maneras diferentes: por el conocimiento, por la devoción (obediencia a una divinidad específica), o bien por las buenas obras o las ceremonias rituales.

Aunque para 1998 el Hinduísmo era seguido por aproximadamente sólo un 13% de personas en el mundo, su penetración en occidente ha sido efectiva y, lamentablemente, dañina para el Catolicismo, ya que muchos, incorporando creencias y prácticas venidas del orientalismo, han ido contaminando su Fe, fabricándose cada uno una religión ecléctica, tipo cocktail.

¿Cómo sucedió esta penetración? No fue casual. Según el documental “Dioses de la Nueva Era”, en 1966 hubo una convención de gurúes orientales, en la que acordaron exportar el paganismo oriental a occidente con una hábil estrategia. Entre otras consignas, se propusieron vender lo religioso como científico. Resultado de esto fue la promoción del yoga y la “meditación trascendental”, por ejemplo, como cuestiones de salud.

Otra estrategia, una promoción del Hinduísmo. Es así, como en 1970 ya los Beatles habían estado en la India varias veces, donde habían recibido enseñanzas de gurúes. Muestra clara de esta influencia orientalista fueron sus atuendos durante esos años, la promoción de sus viajes a la India y algunos de sus cantos. Toda esta actitud orientalista del más famoso grupo musical del siglo 20 resultaba un modelaje maravilloso para la juventud occidental.

  • SHINTOISMO

Es la religión originaria del Japón, sin fundador conocido, que proviene del culto a la naturaleza propia de las religiones folklóricas japonesas, pero a las cuales fueron incorporando muchos rasgos del Budismo y también del Confucianismo.

Del folklore japonés son las ceremonias en honor de los misteriosos poderes de la naturaleza para obtener de éstos protección y trato benevolente. Además, cultivan el culto a los ancestros y a los héroes y Emperadores fallecidos.

Estos rituales y otras costumbres religiosas son más importantes que las creencias y la doctrina. Pero no existe una sola forma de culto, sino que pueden mezclarse con el Budismo y el Confucianismo, como es el caso del Japón actual. El Shintoísmo tampoco tiene escrituras, sino un conjunto de historias mitológicas y de oraciones rituales.

El Shintoísmo cree que estas fuerzas divinas de la naturaleza viven en lugares sagrados y que de estas divinidades o “kami” desciende la nación japonesa.

Los emperadores japonenses descienden de la divinidad principal que es la diosa del sol. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, el Emperador Hirohito públicamente renunció a la pretensión a la divinidad, propia de los emperadores japoneses hasta ese momento.

(Cuadro Religiones)

3. ¿Qué actitud tener ante personas de otras religiones?

Si bien nuestra actitud debe ser de respeto y caridad, el hecho cierto es que tenemos un mandato expreso de Cristo de llevar su Evangelio por todos los rincones de la tierra, a todas las personas.

Recordando lo que nos dice la Exhortación Dominus Iesus:

El Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo enviado por el Padre, actúa en modo salvífico tanto en los cristianos como en los no-cristianos y lo hace de manera misteriosa.

No significa esto que porque algunos puedan salvarse fuera de la Iglesia de Cristo, los católicos estamos excusados de cumplir el mandato de Jesucristo de evangelizar, pues todos los seres humanos, pertenecientes o no a otras religiones, están llamados a formar parte de la Iglesia Católica, instrumento de salvación universal que el mismo Cristo nos dejó.

¿Cómo realizar esa tarea evangelizadora con otros que no han aceptado el Evangelio de Cristo y/o su Iglesia?

Siendo el Espíritu Santo -y no nosotros- el protagonista de la evangelización, si nos ponemos en sus manos, El nos guiará cuando nos llegue el momento de evangelizar a un no-católico o a un no-cristiano o a un a-religioso o a un ateo.

El testimonio de las vivencias personales, especialmente la vivencia de nuestra conversión y cómo el Señor actuó y continúa actuando en nosotros es siempre mucho más convincente que una disertación teológica católica, aunque a veces también hay que hablar de principios y de la Verdad, para lo cual -por supuesto- debemos irnos formando adecuadamente. ( Catecismo de la Iglesia Católica # 852 y #856.

4. ¿Cómo se diferencia el ecumenismo del diálogo
inter-religioso?

Ecumenismo se refiere al diálogo entre religiones cristianas. Tiene su motivación a principios del siglo 20 cuando los misioneros cristianos católicos y cristianos no-católicos causaron confusión y escándalo en Africa, cuyos habitantes no entendían la división. Se comenzó, entonces a hablar de “ecumenismo” y en 1948 se funda el Consejo Ecuménico de las Iglesias.

Luego, a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) la Iglesia Católica se convierte en abanderada del gran ideal de Cristo “que todos sean uno” (Jn. 17, 21).

Del diálogo con los “hermanos separados” (cristianos no-católicos) pasamos al diálogo con “nuestros hermanos mayores” (judíos) y con todos los hombres de buena voluntad, pertenecientes a muchas otras expresiones religiosas. A esto se le llama “diálogo inter-religioso”.

5. ¿Quiénes pueden participar en diálogos ecuménicos?

Lo primero que debemos saber es que el Concilio Vaticano II nos dice que sólo pueden participar en diálogos ecuménicos las personas “verdaderamente competentes”, es decir, aquéllas que conozcan bien la historia, doctrina y actividades espirituales tanto de la Iglesia Católica, como de las demás comunidades religiosas. No basta la buena voluntad, sino que ésta debe ir acompañada de conocimiento y de comprensión. Siglos de división y desacuerdo requieren de estas cualidades de parte de los participantes en discusiones ecuménicas.

6. ¿Qué es y qué no es el Ecumenismo?

Ecumenismo no es dejar de lado o diluir las verdades fundamentales, pues “nada es más extraño al espíritu ecuménico que un falso enfoque conciliador que daña la pureza de la doctrina Católica y opaca su cierto y genuino significado ... la creencia Católica necesita ser explicada con más profundidad y precisión, en maneras y en terminología que nuestros hermanos separados puedan también realmente entender” (Decreto sobre Ecumenismo #11).

Este principio lo expuso clarísimamente en 1985 el Papa Juan Pablo II cuando dijo a la Iglesia Luterana Norteamericana: “Insistimos que la Iglesia Católica no puede modificar o relativizar su enseñanza, ni negar la plenitud de la comunión que subsiste en ella de la Iglesia de Cristo, de la cual ella es portadora”.

Ecumenismo tampoco es lograr conversiones a la Iglesia Católica, aunque ambas cosas no son excluyentes, según el mismo Decreto sobre Ecumenismo #4.

Ecumenismo sí es todas aquellas actividades y empresas que, de acuerdo a las variadas necesidades de la Iglesia y en ocasiones oportunas se organizan y se inician para promover la unidad entre los Cristianos.

Dicho en pocas palabras, el objetivo específico del ecumenismo es la eliminación de los obstáculos que se interponen en el camino de la unidad Cristiana. Y este fin debe lograrse a través de un diálogo basado en la verdad, la honestidad y el amor. (Catecismo de la Iglesia Católica #822).

7. ¿Cuál debe ser el balance entre ecumenismo y evangelización?

Aquí planteamos las ideas e inquietudes del Padre Flaviano Amatulli, fundador y director del Movimiento Apóstoles de la Palabra, originado en México, pero ya extendido en muchas partes de Latinoamérica. Su experiencia en la divulgación de la Biblia y el enfrentamiento al proselitismo de las sectas, resulta muy valioso a la hora de buscar el necesario balance entre ecumenismo y evangelización.

Según el Padre Amatulli, lo que hemos planteado sobre ecumenismo en las preguntas anteriores es aplicable sobre todo a Europa, ni siquiera del todo a los Estados Unidos, como veremos más adelante.

Donde hay proselitismo, se requiere apologética (defensa de la fe). Donde se acepta el diálogo, puede haber ecumenismo.

No todos los que no comparten nuestra fe, tienen una misma actitud hacia nosotros. Unos pueden estar dispuestos al diálogo. Pero otros tienen una actitud abiertamente agresiva y proselitista.

Ahora bien, ¿cómo tenemos que reaccionar frente a dos situaciones tan opuestas? ¿Vamos aplicar la receta del diálogo, la tolerancia y la buena fe cuando la actitud es de abierto proselitismo y de crítica frontal al Catolicismo? ¿No es esto dejar de ser sagaces como bien nos indica el Señor? ¿No es eso falta de responsabilidad con los “débiles en la fe” que son arrastrados por “lobos feroces”?

He aquí la situación en que nos encontramos:
Contra-misión oriental y musulmana:

Mientras Europa, cansada por los estragos de la guerra en gran parte causada por el fanatismo de las ideologías, asumía ideales de comprensión y de unidad, el mundo oriental y el mundo musulmán, empezaron a vislumbrar la posibilidad de una “conquista ideológico-religiosa” del mundo occidental.

Así surgieron la contra-misión oriental y los distintos fundamentalismos islámicos, orientados hacia la afirmación de la propia identidad cultural, en una actitud de conquista del mundo cristiano.

Explosión de las sectas:

En el ámbito del cristianismo ya existían grupos muy proselitistas: bautistas, mormones, testigos de Jehová, Adventistas del séptimo día y la línea evangélica-pentecostal, subdividida en un sin fin de grupúsculos.

Cuando en la Iglesia Católica latinoamericana, preocupada por el empobrecimiento de la población, surgió la Teología de la Liberación y la preocupación por lo social llevó a la Iglesia a descuidar lo espiritual, ese vacío espiritual lo sintió la gente, vacío que en gran parte fue llenado por estos grupos religiosos anti-católicos, los cuales contaban con un fuerte apoyo económico de los gobiernos de Estados Unidos y de algunos países latinoamericanos.

Esta es una de las causas del crecimiento vertiginosos de los nuevos movimientos religiosos, pero lo es también el hecho de que se ha aplicado a estos grupos agresivamente proselitistas la receta “ecuménica”. Frente a una actitud conciliadora de la Iglesia, toman bríos para lograr grandes éxitos proselitistas.

Se ha aplicado la visión europea del problema ecuménico a la realidad latinoamericana, muy distinta de la europea.

Apologética y Ecumenismo -
dos caras de la misma medalla:

En el fondo, Apologética y Ecumenismo persiguen lo mismo: la unidad. Una unidad a preservar (evangelización apologética) y una unidad a restablecer (ecumenismo).

La evangelización apologética es para los que están dentro de la Iglesia, para que se sientan seguros de lo que profesan y no se salgan.

El ecumenismo es para los que están fuera, para que entren en un proceso de búsqueda de la unidad.

Pero ... ¿qué sucedió? Al no poder dialogar con los grupos proselitistas, nos quedamos con los brazos cruzados, dejando a los “débiles de la fe” sin ningún tipo de protección frente a la agresión de las sectas.

El pueblo católico necesita ser protegido de los planes agresivos de conquista por parte del Evangelismo y de las sectas. Frente al avance de un ejército invasor, no se puede hablar de paz, dejándolo avanzar a su antojo. Primero hay que pararlo y luego es posible sentarse a negociar.

El mundo católico está siendo profundamente dañado y perturbado por los nuevos movimientos religiosos, por lo que se requiere una acción encaminada a fortalecer la fe de los católicos para hacerlos impermeables a ese avance agresivo de las sectas. Y esto se puede lograr con una nueva apologética y promoviendo entre los católicos una vida espiritual profunda, basada en la oración y en los Sacramentos.

Proselitismo de las iglesias históricas:

Las Iglesias Protestantes,as llamadas iglesias históricas, tienen también una actitud abiertamente proselitista y agresiva en algunos lugares de América Latina y en medio de la población hispana en los Estados Unidos. Y se da el caso de una actitud pasiva por parte de la Iglesia Católica, para no perturbar el ecumenismo.

Pero, si se sigue aplicando la receta ecuménica europea a una situación distinta de la europea, el llamado “continente de la esperanza” podría dejar de serlo.

Posturas adecuadas a situaciones diferentes:

Donde prevalecen las iglesias tradicionales separadas, se debe impulsar más el ecumenismo.

Donde la presencia de las religiones no cristianas es determinante, hay que enfrentar seriamente el diálogo inter-religioso.

Pero donde prevalecen grupos proselitistas, se requiere evangelización apologética, espiritualidad y sacramentos, de manera de preparar católicos que “sigan adorando interiormente al Señor, a Cristo, y siempre estén dispuestos para dar una respuesta acertada al que les pregunte acerca de sus convicciones” (1 Pe. 3, 15).

 

ORACION

Que el conocimiento de otras religiones
nos lleve a diferenciar entre la equivocación y el equivocado,
que una cosa son las fallas en la verdad,
y otra, los seres amados por Tí,
que no poseen la plenitud de la Verdad.
Te pedimos gracias especiales
para que muchos puedan llegar a la Verdad
que eres Tú, Señor.
Aumenta en nosotros el deseo de participar
en la Nueva Evangelización,
a la que nos está llamando
el Papa Juan Pablo II,
aplicando los conocimientos recibidos
en estos Círculos Teológicos
y orando como si todo dependiera de Tí,
porque -de hecho es así:
nosotros sólo te ofrecemos nuestra disponibilidad
y contamos con tu gracia
que todo lo puede y todo lo hace.
Amén.

 
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Tema # 8
Sectas y nuevos movimientos religiosos

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